La gente corre de un lado a otro, esquivando grupos y aventando parejas, por fin llegas a la fila para encontrarte con el rectángulo de papel que significa tu pase al espectáculo; pareciera que la chica que vende los boletos nunca ha ido a un concierto, porque lo hace con la mayor lentitud posible.
El reloj ha superado tu rango de tiempo y quisieras arrancar tu cabello desesperadamente mientras escuchas los gritos espectantes que vienen desde el interior, callan, vuelven a gritar y tu solo imaginas a ellos apareciendo, y no los estás viendo.
La fila para entrar, una revisión que pareciera más exámen médico y corres, corres siguiendo el sonido de las bocinas, sabes que si no existiera tanta gente y unos barrotes sostenidos por policías, tu instinto te llevaría a trepar al escenario y ser parte ahí, desde el otro lado.
Esperas, 4 sombras que aparecen y se crea ese instante de silencio... 3... 2... 1... tack! explotan los colores en el cielo y de la figura más pequeña y activa sale un grito desde el pulmón, tus sentidos los reconocen y tus pies impulsan la masa a moverse al ritmo de los cuerpos entonando estrofas, el calor, las ganas, la espera, la pasión va del escenario al público y de regreso, siempre de regreso.
Las personas que están ahí parecen sacadas de otro mundo, porque tienen a alguien y son otros, colores y tamaños, acentos y miradas, todos distintos y sin embargo con el común del gusto les vibra el corazón de la misma manera. Se están fundiendo en uno solo, porque todos llegaron para vivir un rato, mientras el momento dure y los recuerdos sigan, mientras sean capaces de bailar por su cuenta.
No cualquiera dura tres horas moviendo almas, mucho menos 20 años, y sin embargo siguen teniendo esa sonrisa desfachatada de quien se sube al escenario por vez primera, sin prohibiciones ni distinciones tienen seguidores de cualquier edad , y se avientan cumbia, rock, salsa, balada y hasta banda logrando que todos bailen, haciendo humildemente suyas hasta las canciones que no lo son. Porque el que no baila no está ahí.
Los ojos están perdidos en ellos, y el milnombres brinca con la agilidad de un niño de 10 años, en su papel, como todos, viviendo la música desde dentro, entregándose a su gente, regalando energía; van y vienen por el escenario, suben, brincan y se tiran, se hacen parte de la gente que no se cansa de cantar, ¿por qué hacerlo si ellos en 20 años siguen como en el primer concierto? Sabes perfectamente que no son una aclamada banda internacional, de esas que vienen a la ciudad 1 vez en la vida, pero son cuatro verdaderos mexicanos que han sabido evolucionar sin olvidar el compromiso con su gente y sus raíces, que todavía disfrutan lo que hacen.
Esas noches las sueñas mucho deseando se cumplan, pero cuando las vives parece que son sueños, porque no terminan, se prolongan en la memoria hasta el siguiente encuentro; estás tu y están ellos, y están también los que no se ven, pero se sienten, en nosotros.
Y del frente desaparecen un momento, pero esperas, seguro de su palabra y con el corazón agitado. Casi por magia aparecen para regalar el último chispazo en el que tu cuerpo ya no responde a la orden del cerebro, ahora se mueve por impulsos musicales y reacciona al espectáculo que tus ojos totalmente abiertos no logran creer. Con las clásicas terminan, con las que todos conocen y a nadie han enfadado, el espacio se inunda de gracias y de nada en forma de aplausos, las luces se van, las sombras desaparecen y el silencio se pierde entre el bullicio de satisfacción.
Una noche de lluvia café que quieres ver, ingratamente llena de flores que convertidas en estrellas dieron la energía para volver a comenzar, termina sabiendo lo mucho que extrañarás, pero vale la pena esperar en este baile de la vida, como ha valido la pena entregarse incondicionalmente durante 2o años... "esta noche nos la llevamos todos a la cama"
y se te muere el día pero no la felicidad... y sales oliendo a café, a café tacvba
3 comentarios:
O_o Al momento de leer el artículo me sentí parte de ese gran evento, como esa sensación que te da al momento de leer un buen libro. Simplemente exelente, felicidades en horabuena.
Ánimo 243!
GUAU!
eaaaa cuñadaaaa k bien estuvo eso yo tambien m transporte
felicidades
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