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"¡cuentos únicos, nunca antes vistos!"

Publicado por morphin |


Como todos los días, el Palacio de Bellas Artes le sirve de fondo para contar su historia. En su pecho lleva una lámina con recortes de periódicos y un estante de libros al frente; educadamente pide unos minutos para explicar qué hace ahí y por qué, “yo les explico, ya si ustedes quieren comprarme, pues entonces les agradezco, si no traen dinero no importa, siempre habrá otra oportunidad”.

“Mi nombre es Carlos Flores Vargas, escribo cuentos, novelas, teatro, lo que vaya saliendo de mi imaginación” explica con sencillez. En 1988 ganó el Premio Internacional de Cuento Max Aub, que otorga la fundación del escritor valenciano, con sede en Segorbe, España; convirtiéndose en el primer mexicano en conseguirlo, “se preguntará ¿qué estoy haciendo aquí? Esa es la parte interesante si usted me permite contarle”.

Siempre le había gustado escribir y el creía que era bueno, pero no tenía la motivación de pedir que publicaran sus textos, lidiar con editoriales le causaba dolor de cabeza sólo de imaginarlo. Seguro de eso, a principio de los 80, decide buscar otra manera de dar a conocer lo que escribe, así que le envía cinco cuentos a periodistas de distintos medios; algunos le contestan felicitándolo, pero sin duda la mejor repuesta vino de Jacobo Zabludovsky, quien se dijo encantado con los relatos y lo contacta con Editorial Diana; el escritor firma el 25 de enero de 1984 un contrato para la publicación de su obra.
Sin embargo, en los cinco años de contrato ninguna obra fue publicada, con el pretexto de la crisis económica que vivía el país. Desesperado, el ocho de agosto de 1989, Flores Vargas inicia una huelga de hambre en la Feria Metropolitana del Libro en la Ciudad de México, en protesta por el incumplimiento del contrato de Diana. Tras seis días sin respuesta de ningún organismo, amenaza con amputar un miembro de su cuerpo y comérselo “guisado a la mexicana”: “claro que prefería no tener que hacerlo, pero si no había de otra, cumpliría con la amenaza” dice ahora entre risas.
Para su suerte, la Oficina de Derechos de Autor de la SEP, lo llama a una reunión con Editorial Diana para resolver el asunto el 16 de agosto y gana la batalla recibiendo una indemnización por parte de la editorial: “nadie creía que yo fuera a ganar y lo logré; pero no solo eso, a partir de ese día ninguna editorial quiso publicarme un cuento siquiera, quedé vetado”.

“Se habló mucho sobre mí en los medios de comunicación, fue todo un escándalo lo que hice, pero nadie me apoyaba y yo me sentí muy mal, me habían pegado en el ego porque después de ganar ese premio yo me sentía como el mejor. Seguí escribiendo, algún día alguien me va a leer, pero no me vuelvo a meter en eso, pensaba en ese entonces”.

Gracias a un artículo publicado en su honor en 1999, Carlos Flores reaccionó: “me di cuenta de que lo que importaba era lo que escribía, no donde lo publicaban”. Con ayuda de una vieja maquina impresora y su computadora, comenzó a escribir, diseñar e imprimir sus cuentos (razón por la cual los considera únicos) para venderlos por su cuenta en la calle a 60 pesos “a tratar, el punto no es hacerme millonario, lo importante es que me lean, si no ya me hubiera dedicado a otra cosa”.

A sus 58 años, Carlos Flores Vargas aún tiene mucho por contar. En diciembre espera publicar una novela y sigue librando la batalla que muchos creen perdida de escribir y publicar sin ayuda de una editorial: “mientras pueda, voy a seguir aquí; dicen que me voy a convertir en una leyenda urbana, pero no quiero porque será como estar muerto. Yo veo mi futuro optimista, ¿ya qué me pueden hacer?

5 comentarios:

Ciclopensante dijo...

Excelente historia! después de la ardua batalla, nos da un claro ejemplo del sentido final de un trabajo hecho con verdadera pasión.

Miriam Pulido dijo...

No me parece una excelente historia, me llena de impotencia, el saber que una editorial se de el lujo de ya con el contrato, no cumplir y el extremo al cual el personaje tiene que llegar para ser atendido.
Es arte, es cultura!!!
Será más que un bueno o malo escritor, un hombre que lucha y defiende lo que le apasiona, un ejemplo para todos!

Ciclopensante dijo...

Cuando digo que es una excelente historia no lo hago pensando en que es linda, hermosa! me refiero a que pese los malos detalles, la injusticia y todo lo que ella conlleva es interesante, muestra fortaleza; es digna de contarse y admirarse. Eso creo yo.

Zurielo dijo...

Cuando Carflova me abordo en Bellas Artes lamentablemente yo no tenía dinero, pero dada su buena elocuencia y facilidad de palabra le dije que me gustaría escuchar su historia.
Y asi con tono de cuentista me relató su historia, que hasta la fecha me mantiene conmocionado :)

Kanato -Infinity- dijo...

Yo me lo tope en bellas artes una linda noche de sabado por la noche el señor es una persona amigable y sin duda es digno de admirar su amor a lo que escribe y lo que le gusta hacer que es escribir! ese dia platique con el un buen rato y despues se fue, lastimeramente no pude comprarle un libro en aquel dia pero juro que regresare por uno y hasta le pedire que me lo firme!! comprar uno de sus libros es sin duda adquirir una joya a la cual las editoriales grandes no pueden ponerle precio!

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